LA AMENAZA
Más allá de la pandemia y del Brexit, la amenaza más inminente para el sector logístico en 2021 la encontramos en el Proyecto de Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal, para el cual finalizó el plazo de presentación de enmiendas al articulado el 23 de diciembre.
En los próximos días habrá que estar muy atentos a como se concretan dichas enmiendas, pues el texto inicial es considerado especialmente lesivo para el sector de la representación aduanera. El presidente del Consejo General de Aduanas, Antonio Llobet, declaró el miércoles a Diario del Puerto que si la normativa sale adelante, “nos veremos obligados a aconsejar a nuestros clientes que las mercancías no entren por puertos o aeropuertos españoles”.
FERROCARRIL: EL QUE ESPERA DESESPERA
El modo más necesitado de soluciones estructurales es el más carente de ellas de cara a 2021. Así, el ferrocarril de mercancías no tiene en principio en este nuevo año ningún hito en materia de planes y medidas estratégicas.
Sí lo tiene en materia infraestructural, con diversos proyectos de calado que son en estos momentos la palanca a la que todo se fía para lograr atraer volumen de negocio a un modo que habrá cerrado 2020 de nuevo en mínimos históricos de actividad, en un nuevo récord negativo.
Hay varios ámbitos de actuación en materia de infraestructuras. Por un lado los accesos portuarios y todo el desarrollo de los distintos convenios de Adif con las autoridades portuarias en el marco del Fondo Financiero de Accesibilidad Terrestre Portuaria.
Por otro lado, también derivado de estos convenios, están todas las actuaciones en materia de adecuación de la red convencional y el desarrollo de los imprescindibles apartaderos de 750 metros.
A esto hay que unir todas las actuaciones en el ámbito de los grandes corredores transeuropeos, Mediterráneo (costero y central) y Atlántico.
Además hay que hacer especial mención a las autopistas ferroviarias y al desarrollo de los nodos ferroviarios prioritarios, con proyectos que en 2021 deben recibir un especial impulso como el de Vicálvaro (Madrid).
MARÍTIMO: UN NUEVO MARCO EN UN CONVULSO MERCADO.
El transporte marítimo arranca 2021 cruzando los dedos y esperando que finalice la tormenta perfecta que asuela al sector desde que la crisis pandémica dejó de ser excepcional para alargarse en su esencia coyuntural.
El Año Nuevo Chino es la fecha de referencia para que el mercado se adentre hacia una cierta normalidad, tal y como viene informando Diario del Puerto.
No obstante, los expertos insisten en el riesgo de que muchos de los patrones enquistados en 2020 sigan su propio curso en 2021. Más allá de cómo han quedado desestabilizados los flujos comerciales por los distintos estadios de la pandemia en Oriente y Occidente y más allá de cómo se reconduzca el desequilibrio de tráficos, preocupa cómo las grandes navieras van a seguir gestionando sus flotas, cómo se va a administrar la oferta en las distintas rutas, cómo se van a gestionar las reservas y la relación con los clientes y cuál va a ser el impacto en los siguientes eslabones de la cadena logística dado los actuales efectos de la concentración de escalas y megabuques, más allá del problema de la escasez de contenedores en diversas rutas.
Por tanto, 2021 arranca para el transporte marítimo a la espera de que la pandemia dé una tregua definitiva y de que amaine su particular tormenta perfecta, un telón de fondo convulso bajo el que en España es aún necesario resolver importantes cuestiones, algunas de ellas de clara índole estratégica.
La más evidente es el Marco Estratégico del Sistema Portuario Español Horizonte 2030, que se esperaba viera la luz a finales de 2020 y que deberá aguardar a ser una realidad en el primer trimestre de 2021.
Otro tema no menos relevante es el V Acuerdo Marco del Sector de la Estiba, eje fundamental para que la liberalización de la estiba en España sea una realidad desde todos los puntos de vista. Se está ahora mismo a la espera de qué frutos da la hoja de ruta fijada por el Ministerio de Transportes para lograr que lo acordado por patronal y sindicatos sea un texto viable desde el punto de vista de la seguridad jurídica.
Más allá de estas cuestiones, el sector de los cruceros sigue siendo en estos momentos la gran incertidumbre. Queda por ver cuándo podrá retomar plenamente su actividad y en qué condiciones.